CONTROL ADMINISTRATIVO

Gracias al control administrativo, es posible garantizar la eficiencia y el funcionamiento adecuado de cualquier empresa. Este sistema de monitoreo ayuda a crear las condiciones para generar mayores ingresos, reducir los costos de operación, así como ofrecer un producto y una experiencia de calidad a los consumidores. Cabe mencionar que, al momento de instituir un protocolo de supervisión, es esencial que el nivel gerencial comprenda y acepte las implicaciones de su aplicación. De esta manera, es más fácil evaluar su efectividad, y modificar o simplificar aquello que no funciona para intentar perfeccionarlo.


Tipos de control administrativo

El propósito de crear un sistema de monitoreo es el de analizar las acciones que se llevan a cabo, evaluar cómo se están realizando y aplicar las medidas oportunas en caso de ser necesario. Para definir el medio de comprobación que se requiere aplicar, primero es necesario identificar las necesidades y los puntos débiles que se deben atender en la empresa. Este método de vigilancia administrativa se divide de acuerdo con los recursos y las actividades de la compañía, a su alcance y a su objeto de control. A continuación, te explicamos con más detalle los tipos de control administrativo. En relación con las actividades y los recursos de la empresa se pueden dividir de la siguiente manera.

Control preventivo

Está destinado a mejorar los procesos que se llevan a cabo dentro de la compañía y es el resultado del cumplimiento de las prácticas y las normas habituales de la organización. Este tipo de inspección se realiza antes de llevar a cabo una acción y garantiza que esta se realice sin correr riesgos. Durante este procedimiento es importante asegurar la disponibilidad de los recursos necesarios, teniendo en cuenta los costos operativos.

Control concurrente

Esta fase de monitoreo se aplica en el momento en el que se llevan a cabo las actividades empresariales Este procedimiento requiere de una supervisión continua del personal para poder detectar errores oportunamente y garantizar la calidad durante cada etapa.

Control posterior o de retroalimentación

Es aquel que tiene lugar al término de una actividad. Su finalidad es obtener la mayor cantidad posible de información sobre el desempeño general y aplicar los cambios que sean necesarios para mejorar.En cuanto a su alcance, se pueden dividir como se detalla a continuación.

Control general

Este paso lo lleva a cabo la dirección de la empresa y se utiliza para comprobar sus resultados globales a largo plazo.

Control estratégico

Este proceso se utiliza de forma independiente para evaluar los resultados de los distintos departamentos de la organización y cuenta con un enfoque a mediano plazo.

Control operativo

Se implementa a corto plazo y se centra en evaluar las actividades sobre un sistema establecido previamente. Por último, en cuanto a su objetivo de control, este puede dividirse de la siguiente manera.

Control burocrático

Tiene como base las políticas, las normas y todos los elementos formales que afectan la conducta y el desempeño del personal en sus puestos de trabajo.

Control de mercado

Para evitar un posible riesgo a la salud de los consumidores, es necesario supervisar la medida en la que los productos y servicios se adhieren a las políticas y a las regulaciones vigentes de la empresa.

Control de grupo

Se centra en todos los aspectos relacionados con las creencias, los valores y la cultura organizacional de la empresa. El control de la gestión es fundamental para que los recursos de la empresa se utilicen debidamente en el cumplimiento de sus metas. Es por esto por lo que la supervisión debe estar presente antes, durante y después de ejecutar una tarea o un proceso. Cada etapa presenta información valiosa que facilita la toma de decisiones para la dirección y que tiene el potencial de afectarla significativamente a la compañía a largo plazo.